19/9/08

ZEITGEIST

Aquí tienen 10 minutos de un documental que ha golpeado mi conciencia así como mi incredulidad. También pueden disfrutar de la transcripción de otro fragmento del mismo documental.

"Zeitgeist" parte II:

(Aparece una fotografía con dos tipos; voz en off)

Este es Aaron Russo, un cineasta y político. A su izquierda está Nicholas Rockefeller, de la dinastía de banqueros y comerciantes de Rockefeller. Después de mantener una amistad con Nicholas Rockefeller, Aaron terminó la relación horrorizado por lo que supo sobre los Rockefeller y sus ambiciones.


(Declaración telefónica del tal Aaron sobre una conversación que mantuvo con Nicholas Rockefeller once meses antes del 11-S)

Un día tuve una llamada de una abogada que conocía y me dijo: “¿te gustaría conocer a uno de los Rockefeller?” Le dije: “Seguro, me encantaría”.

Nos hicimos amigos. Y comenzó a divulgarme un montón de cosas. Entonces, una noche me dijo: “Va haber un evento, Aaron. Y a partir de ese momento vamos a ir a Afganistán, así pondremos tuberías en el Mar Caspio. Vamos a ir a Irak para llevarnos el petróleo y establecer una base en Oriente Medio. Y vamos a ir a Venezuela y tratar de deshacernos de Chávez”.

Y las dos primeras cosas las llevaron a cabo. Lo de Chávez no se completó.

Nicholas Rockefeller me dijo: “Vas a ver tipos yendo a cuevas buscando a gente que nunca va a encontrar.” Él se reía del hecho que tú tienes esta Guerra contra el Terror y no hay un enemigo real. Estaba hablando de cómo teniendo esta guerra contra el terror nunca la puedes ganar porque es una guerra eterna, así siempre puedes
seguir quitándole las libertades a la gente.

Y le dije: “¿Cómo vas a hacer para convencer a la gente de que esta guerra es real?”

Y me dijo: “Por los medios. Los medios de comunicación pueden convencer a todos de que es real. Sólo debes seguir hablando de estas cosas, y decirlas una y otra y otra vez. Y eventualmente la gente las cree”.

Sabes, ellos crearon la Reserva Federal en 1913 a través de mentiras; crearon el 11 de septiembre que fue otra mentira; a través del 11- S están luchando una guerra contra el terror y de repente vas a Irak, que fue otra mentira; y ahora van a ir a Irán. Es una cosa llevando a otra y a otra.

Le decía: “¿Por qué están haciendo esto? ¿Cuál es el objetivo de esto?
Tienes todo el dinero del mundo, todo el poder... Están hiriendo gente, eso no es bueno”

Y él me contestaba: “¿Por qué te preocupas por la gente? Cuídate de ti mismo y cuida de tu familia”.

Le dije: “¿Cuál es el objetivo definitivo aquí?”


Él me dijo: “El objetivo definitivo es colocarle un chip RFID a todo el mundo. Y tener todo el dinero en esos chips, y tener todo en esos chips. Y si alguien quiere protestar sobre lo que hacemos o quiere violar lo que queremos, entonces sólo apagamos sus chips”


Como dije, esto es un fragmento del documental “Zeitgeist” (2007), producido por un tal Peter Joseph con difusión única en Internet (Google Video, Youtube...).

Lejos de ser un seguidor de las teorías de la conspiración, he de admitir que el encuentro con esta película me ha parecido fascinante, especialmente la parte 3 en la que explican - de otra manera - el origen y evolución del Sistema de Reserva Federal de los EE.UU. (FED), tan de boga en estos días de crisis globalizada. Pero no solo se habla de la intrincada red financiera internacional y de sus teje-manejes, sino también de la construcción (pastiche) del Cristianismo, de la manipulación del Terrorismo, o, por ejemplo, de la ilegalidad flagrante del Impuesto Federal al Ingreso (Federal Income tax). Un impuesto aparentemente anticonstitucional (hasta que nadie declare lo contrario), que se encarga de “recaudar” para el FED (un consorcio público/privado) una media del 35% !!! del salario anual de cada trabajador en EE.UU. Aparentemente, es la única ley anticonstitucional en la historia de este país que ha sido aprobada por el Congreso.

Creo que lo que habría que destacar en este documental no es tanto su pasión por las teorías conspirativas, sino su voluntad por analizar la construcción de mitos. Y, sobre todo, su voluntad por analizar cómo éstos acaban determinando nuestra existencia, independientemente de la veracidad que puedan portar o de la época en que vivamos.

En cuanto a la fiabilidad de la información proporcionada, únicamente decir que al final del documental aparece una larga lista de referencias donde, en principio, podemos contrastar todo lo relatado. Asimismo, lo que se va mostrando a lo largo de la película está (aparentemente) bien documentado. Por otro lado, (y al margen de querer entrar en la polémica de hasta qué punto este film se acerca a la realidad), he de decir que "Zeitgeist" parece ser fruto de un largo y complejo trabajo de investigación. Que ya es decir bastante en los días que corren. Otro punto a su favor es la ausencia de ánimo de lucro, puesto que sólo se ha difundido por Internet. Que cada uno saque sus propias conclusiones. Lo que está claro es que pasarán un buen rato visionando esto.

16/9/08

El copyright de los conflictos (víctimas con derechos de autor)


Detrás de cada conflicto hay una ‘jauría informativa‘. Los medios compiten entre sí por una ‘primicia’: la malversación de la fugaz verdad de los hechos adaptada a unas ciertas estrategias comerciales y a algunos pactos políticos. Casi ningún periodista podrá contar lo que ha visto y oído, tan sólo repite lo que la línea editorial de su empresa le dicta. Esos repetidores perjudican la posibilidad de apreciar los conflictos desde una perspectiva más general, aunque su audiencia la mayoría de las veces no tiene el menor interés en preguntar por la razón, las causas o la evolución de los hechos. Es suficiente con minuto y medio de fragmentos inconexos para informar. Al público le basta que un conflicto tenga enemigos, uno el malo y otro el bueno, y un ganador que defienda la justicia de los devastadores medios que usa para alcanzar la victoria; aquellos triunfos anodinos con cientos de víctimas ocultas.
Al margen de la ‘jauría’ están los supervivientes y los protagonistas del conflicto. Ningún periodista se aproxima a ellos, temen el contacto con unos y las represalias de los otros. El miedo y la comodidad de los medios ha creado una imagen del mundo en la que el horror, la crueldad y la mentira son intraducibles, pasan porque sí y pensar en un por qué resulta desagradable. Se olvida el conflicto con el fútbol y el famoseo. Los sesudos editorialistas vitorean, desde sus camas de trabajo, una realidad que les viene regurgitada. Aún recuerdo el heroico “helicóptero de Troya” del buen Héctor Abad y su Helena-Ingrid. Con las 'casuales filtraciones’ que vinieron después su reescritura del mito era algo menos que un parloteo insulso.
Entre la jauría parece que hay ‘ciudadanos-periodistas’ repentinamente ilustrados, o algunos ‘historiadores’ como dice Kapuscinski. Los hay como Pérez Reverte, de esos chulazos que dicen tener perdigones entre los granos del culo, luciendo galones de corresponsal de guerra: “tu no has visto arder Sarajevo…a paseo imbécil”; es lo menos cabrón que suele esputar. Periodismo es vida, es historia dice el viajero polaco, hasta tal punto que se puede perder, transformar o saber más de la propia -vida- en medio de los hechos que se narran.
En el documental sobre Hollman Morris “Unwanted witness” se muestra ese tipo de periodismo -con más ética ¿quizá?- ahogado en la jauría de informadores dedicados al lameculeo y el farandulerismo regional. Sin embargo, resulta curioso que en un conflicto tan abandonado por los medios sea la vida de ‘un periodista’ lo único claro y distinto en medio del horror y los sufrimientos de la guerra. La joda es por qué se habla de un periodista que cubre el conflicto y no del conflicto mismo. Es posible que una cosa lleve a la otra. Ojalá que el argumento del documental lo consiga: el valor del trabajo periodístico visto desde la relación absurda entre el número de amenazas de muerte y los premios obtenidos, todo aquello en medio de la roñosa indiferencia patria.
El joven periodista hace un book y repasa su lista de premios para asistir a un Festival de cine, lo que contrasta con la figura de otro periodista, Kapuscinski. Este es un caso aparte en el que la vida del cronista es descubierta en el mensaje de los otros, unos desconocidos, a los que es necesario sacar del anonimato y el abandono. En el cartel del documental se ve a un corresponsal de guerra que da zancadas hacia unos helicópteros. Me pregunto qué ha dejado atrás ese corredor, ¿qué ha sido de las víctimas? ¿aquel testimonio es la reconstrucción de los hechos, un esbozo aproximado del complejo fluir del conflicto o una mera documentación del horror blindada con derechos de autor y un reluciente copyright global: 'H.R.'?.

31/8/08

UNA ESCOBA DETRÁS DE LA PUERTA PARA LA CPI


La CPI puede ser vista como un remedo jurídico de la persistente injusticia que devora al mundo, pero tocar a la puerta del horror no resulta para nada inoportuno. Colombia no es el único país objeto de las investigaciones de la Corte y más allá de la conveniencia, y/o relevancia, de sus actividades está la búsqueda de justicia por parte las víctimas del conflicto, lo que genera una evidente furia en los acomodados apólogos de unas instituciones sospechosas y fraudulentas. Los defensores de los derechos humanos eligen candidatos -tarea difícil por la cantidad- para las causas de la CPI, mientras los fervientes del régimen compilan argumentos para invalidar aquella alevosa intromisión en los asuntos patrios.
Es difícil aceptar que en un país ‘en llamas’ existan opinadores que defiendan la escueta idea de la ‘intromisión internacional’, cuando se trata de justicia, pero acepten de buena gana los regalitos bélicos de los norteamericanos. Cuando se juzgan muertes amparadas por la negligencia estatal se trata de ‘asuntos nacionales’, pero si se trata de dar tiros cualquier recurso -foráneo o criminal- es bien recibido. En pocas palabras a la CPI le dan una patada en el culo y a Bush la Cruz de Boyacá.
Otros hechos son la prueba de este absurdo patriotero. El fiscal que llevaba el caso del senador X renuncia al cargo. Los medios le acusan de liberar al acusado porque hizo una ‘débil acusación’, pero lo cierto es que otro fiscal cerró el caso. Si en algún momento la CPI requiere la colaboración de estos fiscales, ellos tendrán que dejar de pisarse las mangueras o revalidar el hecho de “que es muy difícil acopiar pruebas para un fiscal que se desplaza a Córdoba y a municipios de Antioquia donde el peligro no es imaginación sino una realidad. Y es más difícil cuando la gente teme hablar, cuando el testigo teme llegar”. También es una incógnita la supuesta ayuda que recibirá la justicia colombiana del sistema de acusación norteamericano de la que Luís Moreno Ocampo (CPI) dice: “Habrá que esperar a ver”.

24/8/08

EL MAQUILLAJE INTERNACIONAL


La consulta que hizo un fiscal de la CPI acerca de los crímenes paramilitares en Colombia tuvo como efecto una ilusa esperanza de condena internacional y de justicia con final feliz. El caso es que la misma CPI no ha logrado resolver una de sus causas principales: el genocidio bosnio en la guerra de los Balcanes. Milosewicz ‘murió’ antes de ser condenado y Serbia entregó a Kradzic hasta que la presión europea -plata en mano- le obligó a desvelar su identidad. En Belgrado se comercian visitas turísticas a los lugares en los que Kradzic inventó su ‘segunda vida’. Este nefasto personaje, al igual que Milosevic, representan para una parte de la sociedad serbia un ideal patriótico.
La CPI no puede hacer mucho en este caso por la dificultad de conectar las ordenes de Milosevic y Kradzic con las ejecuciones, masacres y el confinamiento forzado de los bosnios a manos del ejercito serbio. En el caso colombiano los únicos que podrían aclarar las atrocidades cometidas, señalar la infiltración política y responder por los asesinatos en masa son los jefes paramilitares que pactaron con la justicia de Estados Unidos, país que no ha suscrito el tratado que reconoce la jurisdicción de la CPI. Por eso será imposible que la CPI vaya más allá de una consulta por la simple razón de que no existe ningún acervo probatorio, ni la posibilidad de llevar ante los jueces de la CPI a los culpables. Este caso estará enterrado en la misma abulia que asistió en directo, por la CNN, al asedio de Sarajevo, al genocidio Ruandes, a la matanza de Darfur, o a las torturas de Guantánamo. La CPI, con el juez Garzón incluido, no pasa de ser un equipo de control circunstancial de daños, un instrumento jurídico para maquillar la historia.

11/8/08

EL MIEDO LÚCIDO Y EL AMOR POPULAR (cerebritos acorralados)


“…es mejor ser amado que temido o viceversa. Sería menester ser lo uno y lo otro; pero, como resulta difícil combinar ambas cosas, es más seguro ser temido que amado cuando hay que renunciar a una de las dos.”
Maquiavelo

La estima que la opinión pública le dedica al inquilino de palacio puede ser una invención, un espejismo, pero en estos días de aciagas realidades virtuales hasta “las mentes más brillantes del país” confiesan que temen a ese equivocado cariño del vulgo que se sienta a la mesa de una manera impertinente y bochornosa; les obliga a callar. Los pasivos y acomodados académicos vivieron tranquilos con las masacres de los años 50 y 80, con los asesinatos políticos de principios de los 90, aceptando a la ligera la popularidad irrefrenable de Fujimori o dejando a un lado, por anecdóticas, las alabanzas de Laureano Gómez a Goebbles. Ayer leí aquella crónica de agravios en la que unos “intelectos privilegiados” se quejaban por el aislamiento que la masa patriotera les endilga. Sus vidas y opiniones, muy privadas, se ven coartadas por la unanimidad ante el caudillo, por el lameculeo de los medios y por ese clima de insano entusiasmo alrededor de una mentira que luce con estilo los trajes de la verdad.
La crónica de Semana lamentaba cerca del punto final semejante patetismo, tanto, que sólo pudo finalizar con un lacónico: si hay democracia cualquiera puede opinar. Y en esas los dejaron, por un lado a los discursos éticos, de Hoyos, acerca de una racionalidad deliberativa y discursiva paralizada ante los embates del engaño público; y por el otro a los estudios matemáticos de Isaza acerca de un conflicto sin variables recursivas, ni resultados deducibles de un par de premisas. El aislamiento de la razón deliberativa y de las formalizaciones matemáticas no se debe a la popularidad de un caudillo, se trata de un país ahogado en la miseria por décadas, educado por un par de reinitas, un pueblo aprendiz de soldado universal con accesos ilimitados a la muerte y al dinero. Siento que la lucidez de los académicos alcance solamente para confesar un miedo que jamás sintieron hacia otros verdugos criollos, tan o más tiranos que el amado inquilino.
Creo que los ‘cerebritos acorralados’ poco le han hablado a sus alumnos de un antiguo tema: los intelectuales y la sociedad. Si no lo han hecho, ni lo hacen ahora, qué demonios esperan del país que dicen temer.

3/8/08

Los 93 de la 93


Hace un año CODHES presentó un informe sobre el desplazamiento forzado. Entre 2001 y 2006 llegaron cada día a Bogotá 93 desplazados. Un año después un poco más de 93 de los tres millones de desplazados, que sufren el abandono estatal, quisieron ocupar el corazón de la social-high bogotana: la 93 norte. Hasta el alcalde fue a persuadirlos para que se fueran del lugar. La preocupación de las autoridades locales tenía que ver con las molestias a los vecinos: multinacionales, restaurantes, bares y algunas familias de abolengo.
Después de tanta marcha, y demás aspavientos patrióticos, abunda la falta de apoyo a un sector importante de las victimas del conflicto. Para que los desplazados se puedan pronunciar hace falta montar una red virtual, el cubrimiento de los medios de comunicación y un día de fiesta nacional, así como un conciertito que refuerce el marketing de la paz. Como los 93 de la 93 no tenían nada de eso fueron desplazados una vez más, esta vez de la calle. Antes les echaron a plomo de sus tierras ahora se sientan en una acera y producen incomodidad: se ve mal tanta miseria.
Aunque la nación es una masa unánime que rodea a su ‘libertador-caudillo’, el que intenta expulsar a bárbaros y primitivos aliado con otros más bárbaros y primitivos, el país aun debe superar un conflicto de fondo: pobres y ricos, desclasados y high-standing, pueblos nativos y globalización. La popularidad permite cualquier cosa como la reforma absurda de la justicia, el circo estatal de la nueva empresa de salud, mientras que nadie se pregunta por la inversión en infraestructura, educación y la protección a los 93 de la 93 que lo perdieron todo durante la ejecución de los planes militares que han arrasado el país. En este conflicto como en cualquier guerra apenas existen los costos sociales, solamente se cuentan las victorias y con cuidado se esconde la derrota humana que representan las víctimas de la tierra baldía.

29/7/08

¿OPOSICIONES O CORRUPCIONES? (pataleo ma non troppo)


Acabo de pasar las oposiciones 2008 para secundaria. Cualquier opositor novato y otros con más experiencia saben, desde el principio, que no hay ninguna posibilidad; y con esto me refiero a que difícilmente se puede obtener un notable en las pruebas y mucho menos una de las plazas docentes. Todos los honores son para los candidatos de la casa, los interinos. Según la Comisión Europea en este país el 90% de los concursos en educación se resuelven a favor de los candidatos ‘internos’, mientras en otros países esta cifra no supera el 30%. Según la misma Comisión esta es una de las causas de la crisis educativa española, porque la endogamia docente no promueve la innovación en las prácticas educativas y mucho menos la investigación en el aula.
Experimenté aquella ‘costumbre atávica’, por llamarla de alguna forma, el día que tuve la segunda prueba de la oposición. Llegué temprano al lugar con los nervios del caso, un día de julio poco después de la comida. Me senté en una terraza a tomar café. A mi lado un hombre mayor, guión en mano, le dictaba punto por punto a su interlocutora lo que debía decir en su prueba: le reveló las triquiñuelas, entresijos y mañas que un opositor debe mostrar ante el tribunal. Después de veinte minutos de consejos y de muchos ‘no te olvides de…’ se levantó casi temblando, porque había reparado en mi atenta escucha. Arrugó lo mejor que pudo el guión que había dictado y explicado, dirigiendo sus andares con rapidez envidiable calle abajo. Después se lo conté a otro colega que me respondió “¡Y que esperabas chaval!”.
Ese mismo día a los cinco minutos de comenzar mi exposición, observé que el presidente del tribunal roncaba como un bendito. Se trata de un hombre que no llega al 1,60 y que pesa más de 100 kilos. Decidí despertar al durmiente centrando mi exposición, a todo timbal, en el área que le rodeaba. El jurado que estaba a su derecha decidió guardar el sueño de este hombre justo, de manera que al recibir los materiales en los que apoyaba mi exposición se los tiraba al jurado que estaba a su derecha sin mirarlos siquiera, mientras se leía en su melenilla de calvo cincuentón, echada a un lado: “¡Me importa una mierda!”. El jurado que recibía los materiales del guardián de la siesta me pidió al final de la prueba que le regalara los interesantes artilugios que apoyaron mi exposición; él les daría un buen uso en sus clases. No se los dejé, quizá por ello y por despertar al durmiente no obtuve más que un aprobado.
Al mirar con cuidado el cruce de las notas de la oposición con los puntajes previos de los candidatos pude constatar que por una coincidencia inexplicable el 95% de las notas sobresalientes se concentra en el 10% de los opositores: los interinos. En mi especialidad tan sólo el 0,5 % de los opositores novatos y de nivel medio obtuvieron un sobresaliente. En las demás especialidades ocurre la misma situación, las notas sobresalientes y notables están concentradas en un reducido número de candidatos, los de casa. Esta coincidencia del destino garantiza que las plazas docentes queden en manos del 100% de los candidatos internos en detrimento de los opositores de nivel intermedio y de los novatos. Con estas estrategias el gremio docente se protege a sí mismo como lo hace una mafia. No tienen reparo en calificar a los candidatos por la cara y se pasan ‘por ahí’ los principios éticos que rigen la actividad docente. Por un momento debemos detenernos a pensar que los jurados que han calificado de manera arbitraria y gratuita a los candidatos ‘internos’ son los mismos que han educado a nuestros hijos por décadas. Sin embargo, en esta situación lo que menos importa son los estudiantes -las ovejas negras del negocio-, pues se trata de una polémica de larga data entre el gobierno y los sindicatos. El primero no quiere empleados públicos con una ‘pesada’ carga pensional y los segundos quieren vivir como ‘señores’ a costa de la mediocridad de sus prácticas docentes. En este tire y afloje de intereses las oposiciones son un procedimiento burocrático que desde cualquier perspectiva resulta algo más que kafkaiano. Esa clase de publicitado ‘proceso’ es tan sólo una tapadera que vende la historia que sigue: se parte de un punto para llegar a otro distinto, pero jamás se ha salido de lugar alguno, nadie se ha movido y todo sigue igual. De ahí el absurdo. Por eso no he pasado las oposiciones, me presenté a las corrupciones y he tenido la mala suerte de aprobar; lo que tiene delito.
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