26/12/07

LAS MATEMÁTICAS DEL CONFLICTO I (El informe Isaza-Campos)



En una columna publicada el 15 de diciembre en el Espectador J. F. Isaza y D. Campos hicieron publica la culminación de un informe sobre el desmedido y mal organizado gasto militar del gobierno:

1. Gasto militar 6.3% del PIB = Gasto de sanidad, educación y saneamiento ambiental.
2. De 566.000 funcionarios del gobierno 460.000 se los lleva el ministerio de defensa, es decir el 81.2 % de los gastos de personal se dedican a la seguridad.
3. Hay 4.9 soldados por cada combatiente irregular.
4. Cada combatiente irregular desmovilizado o abatido cuesta 450 millones de pesos.
5. La guerrilla ha reclutado a 42.000 guerrilleros más en los últimos tres años.
6. El conflicto por esta vía no tiene solución. La consecuencia será el atraso de la nación por la falta de inversión social y una bomba pensional a cuenta de la ‘seguridad democrática’ que deberá ser pagada por generaciones.
7. El remedio es peor que la enfermedad.

Isaza y Campos han realizado este tipo de cálculo sobre los datos que ofrece el gobierno, datos que no son productos del azar. Los resultados fueron obtenidos de un modelo matemático adaptado a los acontecimientos sociales que los mismos investigadores presentaron hace un par de años a la cúpula militar del entonces candidato-presidente. “El modelo dinámico de la guerra” es un complejo instrumento físico-matemático que representa al conflicto como un sistema de cambios impredecibles y que sirve para calcular sus posibles consecuencias, según las decisiones que se tomen para mitigar sus efectos.
Pensar fenómenos impredecibles -el clima, las epidemias, los ecosistemas, las inversiones y apuestas- con un modelo de sistemas dinámicos tiene ciertas ventajas; de un lado se incluyen todas las variables, hasta las más improbables, de otro los acontecimientos dejan de tener una sola causa. En teoría sería mas fácil controlar las alteraciones del sistema, el conflicto, porque se podrían predecir los cambios en sus variables.
Todo esto suena muy bien hasta que el modelo es presentado a quienes lo deben aplicar, así que un día el dúo Isaza-Campos habla con los militares. Ellos dicen que el modelo se equivoca porque el gobierno no hace parte del conflicto, es más ni siquiera existe tal cosa…muy bien una variable menos, un sistema negado y un actor sin contradictor. El tal sistema dinámico se viene abajo con una sentencia: el ‘conflicto’ -si es que lo hay- tiene una sola causa y no somos nosotros. Apenas unos años después la cosa es aun peor y el modelo de sistemas dinámicos es una rareza creada por la mente de un matemático ‘pacifista’ -lo mismo que rojo, pero más claro- que tiene más fe en la inversión social que en el gasto militar.
La cuestión es que las variables del sistema dinámico del conflicto se las ha tragado el gobierno en un poker de cartas tapadas, marcadas o que un día salen de cualquier manga. Lo cierto es que por más que se nieguen los cálculos y el sistema para obtenerlos, los resultados hablan por sí mismos; es una lastima que el periodismo independiente del país no los haga públicos o que los ignore más que a un inofensivo Lagrangiano.
Hermanos de sangre

Siento tu mano apretando la mía. Un hedor insoportable se extiende por el aire. Gotas de sudor frío surgen en una frente desconcertada. Y esa extraña humedad proveniente del apretón da lugar a un fino y rojo hilo. No dudo en retirar mi mano pero no puedo. Con el paso de los años, el hilo deviene chorro y se estrella en el lejano suelo. Mis pies ya no son míos, ahora se encuentran allá, al fondo, perdidos en un pozo de sangre negra. Entonces decido apretar con todas mis fuerzas provocando un flujo incesante y turbio. La sangre brota de nuestros dedos y muñecas; la viscosidad facilita algún que otro deslizamiento pero me niego a cejar en mi esfuerzo. Aprieto con el alma y una boca hambrienta se abre en medio de mi mano de donde manan repugnantes humillaciones. Más tarde, tu mano se rompe como la mía ahogándonos en un pestilente olor a muerte.
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