31/10/07

Jefe paramilitar "H.H." confesó más de 1.200 muertos en año y medio


Hoy 31 de octubre, mientrás en las horas de la tarde varios niños se preparaban para salir a pedir dulces, en alguna oficina un hombre reconocía más de 1.200 muertes. Ya en las horas de la noche el noticiero local mostraba escenas del hombre confesando sus crimenes; "normalmente iban en tres vehículos, uno de los cuales era un campero blanco al que la gente llamaba 'el camino al cielo', porque el que subía jamás volvía a aparecer vivo" (El Tiempo 31-10-07).
Matar, matar. ¿Cuándo la vida dejó de ser sagrada?. No matar, ¿pero por qué? Matar es una alternativa frente a algo, es un camino que algunos deciden recorrer. Matar es sed, poder, ebriedad. Matar "es el mal menor" tan de moda estos días. Pero las cifras de los asesinados no me cuadran, no me cuadra un solo asesinato.
No me cuadra perder a uno de mis amigos asesinado, no me cuadra perder a mi padre o a mi madre asesinados. Mucho menos me cuadra perder a mi hijo asesinado. No me cuadra el "por algo será". No me cuadra una finca linda con muchas vaquitas, una camionetica y los niños en el centro comercial disfrazados, sin siquiera saber "lo que papito tiene que hacer". No me cuadra un solo muerto, es mucho dolor en el corazón, mucha soledad, mucha tristeza y llanto. No me cuadra. Que carajo, a las víctimas las montaron en el "camino al cielo" y estoy seguro que por ahí están, son "parte del aire". Pero las cuentas no me cuadran.
En el noticiero de la noche HH pidió público perdón. Que Dios lo perdone. ¿Pero quién nos enseña a perdonar, a aliviar el dolor de la ausencia?. Y si aprendemos a perdonar y a pedir perdón, ¿viviremos eternamente pidiendo y otorgando perdón? Bueno, eternamente no, hasta que nos maten o matemos a alguien. Ahí esta la verdad, la verdad nos hará libres. Sin embargo, las cuentas no me cuadran, ¿qué hacemos con la verdad?. Esa verdad que aparece en un juzgado retransmitida por la tele en medio de Caro y Pao.
Las cuentas no me cuadran, un solo asesinato tiene por lo menos 250 cc de lágrimas. Eso más o menos da a la confesión del señor HH unos 350 litos de lágrimas derramadas en nuestro suelo. Este es un grito desde la oscuridad. ¿Alguien está ahí?, esto no es normal. Las cifras de mi país no cuadran, que alguien las revise. Que ALGUIEN no enseñe a usar la verdad, a perdonar y a reparar. No matar es un mandamiento, pero a nosotros no nos gusta obedecer.
Paz en las tumbas y en los hombres.

30/10/07

LOS FRAGMENTOS DE UNA INTELIGENCIA SUPERIOR

La sentencia ‘divide y vencerás’ puede aplicarse a las elecciones locales del domingo, así entendemos la relación entre la muchedumbre de partidos y la persistencia de la misma ramplonería política. Si se compara el mapa de ganadores, en el que hay muchos partidos, con los indicadores de corrupción de esas mismas fuerzas políticas hay algo común en todas ellas, al menos uno o la mayor parte de sus militantes tienen algún lío pendiente. Tienen un serio riesgo de seguir siendo los mismos….y lo seguirán siendo.
Es curioso que estas cuestionadas fuerzas políticas, aliadas de Palacio, sean las ganadoras en lugares como el Choco, Amazonas, o el Meta. Parece que se han ido a ganar muy lejos o que les gusta mucho el verde. Por eso resulta razonable que el pataleo del ejecutivo sea contra los candidatos de las capitales y que no le interese debatir con el candidato a la alcaldía de Quibdo o Mitú, ¿para qué?, eso ya está ganado y vendido. Del lado de los partidos tradicionales la cosa no está mejor, se trata de los mismos nombres, participes en miles de escándalos, cientos de juicios y absoluciones. Son la misma cochambre descarada, sin disfraz alguno.
Es cierto que hay algo nuevo en la política colombiana y es una lección aprendida de otros movimientos civiles. Cualquier hijo de su casa puede armar un partido político, ensombrecer sus compromisos con el poder de turno y reflotar en las aguas de la democracia. La fragmentación en ‘distintos’ grupos o partidos es una estrategia de supervivencia política de un poder unificador y totalitario que es capaz de articular sus fragmentos para conservar su hegemonía. No es extraño que alguno de los cortesanos de palacio llamara ‘inteligencia superior’ a esta especie de capacidad de generar ‘replicantes’ que vayan a las zonas más lejanas y conflictivas del país a mantener su próspero negocio, mientras en la capital la ‘inteligencia’ se tira cuatro pedos para que el Times los interprete como una parrafada de finas abstracciones.
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