1/4/08

!!!TENGO FILO HERMANO¡¡¡¡ (!I’m cutting dude¡)


“La sociedad está dividida en dos grandes clases: la de los que tienen más comida que apetito y la de los que tienen más apetito que comida.”
“La glotonería mata más que la espada”

‘Moler saliva’, ‘come lo que quieras, pero cómetelo bien’ son de esas frases cajoneras que le dan un poco de hilaridad a una conversación en la mesa, seguidas de ‘no meta los pies en la sopa’, ‘se come los garbanzos amarrados’ y muchas más a propósito de nuestra elemental - o sofisticada- relación con el ‘papeo’. No nos sorprendería entonces que el orden mundial estuviera gobernado por el mercado alimentario: una megaestructura que empobrece al mundo rural, enferma y manipula a los consumidores, una industria responsable de inmensas fortunas basadas en los sistemas de distribución y manufactura de alimentos, en el diseño biológico de las materias primas, y en la definición de las prioridades alimentarías del hemisferio norte en detrimento del hambre de los países pobres. Al parecer no es la religión, ni el petróleo, ni el dinero….es el cotidiano e imprescindible ‘bitute’ lo que gobierna las relaciones comerciales del mundo global.
Del tema ‘comida’ se han hecho documentales como ‘Super-size me’, ‘Fast food nation’ y hasta credos alimentarios: slow-food, macrobiótica, vegetarianos estrictos o laxos. Aunque tan sólo los hechos muestran que la comida está primero que Internet o el terrorismo. Hay personas, y no son pocas en el mundo desarrollado, que deben pagar dos pasajes de avión porque su enorme humanidad requiere dos asientos y dos raciones de la detestable comida inventada para el transporte aéreo; hay tal cantidad de productos alimentarios industrializados que es necesario enseñar en los colegios el ‘significado comestible’ de la palabra berenjena. En el otro lado del mundo millones de campesinos pierden sus tierras, porque en los tratados de libre comercio no se contempla la defensa de las pequeñas explotaciones destruidas por la invasión de productos transgénicos más baratos y productivos, plantaciones que exterminan a las especies biológicas locales. En México el maíz de las milenarias tortillas es una marca registrada y protegida por las leyes del copyright, ahora una precolonial tortilla es un producto industrial que engorda y enferma ¿Tendremos que marchar por las calles exigiendo la salvación de la Arepa y la aguapanela?
Después de tantas conquistas políticas y culturales del mundo, tardo-moderno y ante-primitivo, en el que vivimos, hay que pensar y luchar por el derecho fundamental a la ‘soberanía alimentaría’, lo que ayudaría a superar las hambrunas en los países pobres y la obesidad mórbida en los países ricos. El supuesto equilibrio alimentario de nuestro mundo globalizado se traduce en dos billones de personas entre obesos y hambrientos. Las cifras reales del bienestar social no deberían ser solamente el producto bruto per capita, la conexión a Internet o el nivel educativo, también debe contemplarse el grado de soberanía alimentaría de cada país y la relación cultural de sus habitantes con la comida. El hambre no debe ser el condimento de nuestro mundo y tampoco nuestro único alimento la existencia patentada de tres semillas.
Léase:
'Obesos y famélicos' (Stuffed and Starved: Markets, Power and the Hidden Battle for the World Food System) de Raj Patel.
http://www.stuffedandstarved.org/drupal/frontpage
http://www.foodfirst.org/

No hay comentarios.:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...